En el Circuito de Catalunya se ha presentado esta mañana el nuevo monoplaza para la temporada 2007 del equipo austriaco Red Bull.
El RB3, que así se llama la nueva propuesta del equipo patrocinado por la famosa bebida energética, es obra del genio de Adrian Newey, otrora director técnico de éxito en Williams y McLaren y que desde enero de 2006 es el responsable técnico de la Red Bull Technology
El proyecto RB3, en su parte aerodinámica, ha sido realizado en el túnel de viento de Bedford en donde también se probó el modelo anterior para poder calibrar convenientemente todos los parámetros de utilización antes de comenzar el trabajo con la nueva criatura.
Respecto al año pasado, el equipo Red Bull ha cambiado también de propulsor, pasando del motor Ferrari al Renault V8 campeón del mundo. Este cambio no ha supuesto una complicación suplementaria pues en palabras de Newey, "la mayoría de los motores V8 actuales son muy parecidos en cuanto a las necesidades de instalación, por lo que no existen diferencia enormes en cuanto a la filosofía de diseño".
Un factor más condicionante ha sido la necesidad de poder adaptarse a unos neumáticos con los que el equipo no tiene familiaridad después de su colaboración con Michelin. El desconocimiento de la nueva monogoma Bridgestone ha inducido a los técnicos de Red Bull a introducir cierta flexibilidad en el proyecto para poder adaptarse mejor a los requerimientos de los neumáticos japoneses.
En cuanto al diseño global se puede decir que se trata de una evolución de las tendencias vistas ya en los últimos años pero presentadas de una forma algo más agresiva. Hay conceptos que se derivan de los anteriores trabajos de Newey en McLaren, otros son desarrollos de conceptos que ya se estudiaban en Red Bull y otros son completamente nuevos. El ciclo de diseño ha sido muy complejo y ahora se espera que el potencial de desarrollo del monoplaza se alto.
Respecto al motor, los técnicos de Red Bull se muestran muy satisfechos y piensan que su colaboración ayudará a que el hecho de nutrir dos equipos hará que Renault aprenda el doble tanto en fiabilidad como en prestaciones.
El mismo diseñador reconoce que su nuevo coche es muy similar a los McLaren de los últimos años, con el morro muy afilado y el alerón delantero de tres elementos, pero también señaló en la presentación que "en el concepto del coche hay ideas completamente nuevas". El nuevo Red Bull, el primer coche diseñado por Adrian Newey, utilizará motores Renault en vez de los Ferrari de las dos últimas temporadas. Renault garantiza a Red Bull un trato idéntico para las dos escuderías, con lo que las diferencias las marcarán los chasis.
Newey señaló también que las suspensiones del nuevo coche han sido diseñadas teniendo en cuenta que este año todos los coches utilizarán neumáticos Bridgestone, con los que no tienen experiencia, pero que el coche tiene muchas posibilidades de desarrollo para adaptarse a los mismos.
En el apartado de pilotos, además del británico David Coulthard, que emprende su tercera temporada con el equipo, se incorpora el australiano Mark Webber, procedente de Williams, mientras que los pilotos de pruebas serán el holandés Robert Doornbos y el alemán Michael Ammermueller, que el pasado año corrió en la categoría GP2 y rodó para Red Bull los viernes en los últimos grandes premios.
Según declaró el director del equipo, Christian Horner, Red Bull no tiene pensado que los pilotos de pruebas rueden los viernes en los entrenamientos libres, ya que de momento prefieren trabajar con los titulares, como manifestaron el resto de las escuderías, a excepción de BMW Sauber.
Los objetivos para Red Bull en la presente temporada, que se iniciará el próximo 18 de marzo con el Gran Premio de Australia, son estar con frecuencia en el podio, según ha manifestado Christian Horner.
El RB3, que así se llama la nueva propuesta del equipo patrocinado por la famosa bebida energética, es obra del genio de Adrian Newey, otrora director técnico de éxito en Williams y McLaren y que desde enero de 2006 es el responsable técnico de la Red Bull Technology
El proyecto RB3, en su parte aerodinámica, ha sido realizado en el túnel de viento de Bedford en donde también se probó el modelo anterior para poder calibrar convenientemente todos los parámetros de utilización antes de comenzar el trabajo con la nueva criatura.
Respecto al año pasado, el equipo Red Bull ha cambiado también de propulsor, pasando del motor Ferrari al Renault V8 campeón del mundo. Este cambio no ha supuesto una complicación suplementaria pues en palabras de Newey, "la mayoría de los motores V8 actuales son muy parecidos en cuanto a las necesidades de instalación, por lo que no existen diferencia enormes en cuanto a la filosofía de diseño".
Un factor más condicionante ha sido la necesidad de poder adaptarse a unos neumáticos con los que el equipo no tiene familiaridad después de su colaboración con Michelin. El desconocimiento de la nueva monogoma Bridgestone ha inducido a los técnicos de Red Bull a introducir cierta flexibilidad en el proyecto para poder adaptarse mejor a los requerimientos de los neumáticos japoneses.
En cuanto al diseño global se puede decir que se trata de una evolución de las tendencias vistas ya en los últimos años pero presentadas de una forma algo más agresiva. Hay conceptos que se derivan de los anteriores trabajos de Newey en McLaren, otros son desarrollos de conceptos que ya se estudiaban en Red Bull y otros son completamente nuevos. El ciclo de diseño ha sido muy complejo y ahora se espera que el potencial de desarrollo del monoplaza se alto.
Respecto al motor, los técnicos de Red Bull se muestran muy satisfechos y piensan que su colaboración ayudará a que el hecho de nutrir dos equipos hará que Renault aprenda el doble tanto en fiabilidad como en prestaciones.
El mismo diseñador reconoce que su nuevo coche es muy similar a los McLaren de los últimos años, con el morro muy afilado y el alerón delantero de tres elementos, pero también señaló en la presentación que "en el concepto del coche hay ideas completamente nuevas". El nuevo Red Bull, el primer coche diseñado por Adrian Newey, utilizará motores Renault en vez de los Ferrari de las dos últimas temporadas. Renault garantiza a Red Bull un trato idéntico para las dos escuderías, con lo que las diferencias las marcarán los chasis.
Newey señaló también que las suspensiones del nuevo coche han sido diseñadas teniendo en cuenta que este año todos los coches utilizarán neumáticos Bridgestone, con los que no tienen experiencia, pero que el coche tiene muchas posibilidades de desarrollo para adaptarse a los mismos.
En el apartado de pilotos, además del británico David Coulthard, que emprende su tercera temporada con el equipo, se incorpora el australiano Mark Webber, procedente de Williams, mientras que los pilotos de pruebas serán el holandés Robert Doornbos y el alemán Michael Ammermueller, que el pasado año corrió en la categoría GP2 y rodó para Red Bull los viernes en los últimos grandes premios.
Según declaró el director del equipo, Christian Horner, Red Bull no tiene pensado que los pilotos de pruebas rueden los viernes en los entrenamientos libres, ya que de momento prefieren trabajar con los titulares, como manifestaron el resto de las escuderías, a excepción de BMW Sauber.
Los objetivos para Red Bull en la presente temporada, que se iniciará el próximo 18 de marzo con el Gran Premio de Australia, son estar con frecuencia en el podio, según ha manifestado Christian Horner.
Esperemos que este año haya más rivalidad, que no compitan siempre los mismos. Esperemos que sea una temporada repleta de novedades.
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