jueves, mayo 11, 2006

Previo GP de España - aspectos técnicos

Barcelona es un circuito que todos los equipos de F1 conocen bien después de los miles de kilómetros de pruebas que completan allí durante la temporada.
La combinación de curvas de alta velocidad, una larga recta y un asfalto abrasivo, convierten al Circuit de Catalunya en una pista realmente completa.
Encontrar la puesta a punto ideal siempre resulta complicado en el Gran Premio de España.
En la vertiente del chasis hay que tomar en especial consideración el rendimiento aerodinámico siempre influido por lo variable del viento en este emplazamiento geográfico donde se sitúa la pista barcelonesa.
Aerodinámica: La eficacia aerodinámica siempre es un factor clave en este circuito. Barcelona ofrece todo tipo de curvas en su trazado y a las rectas les preceden siempre virajes rápidos. Eso implica que el equipo debe contar con altos niveles de apoyo aerodinámico en el coche, y eso a pesar de la larga recta principal, porque es muy importante poder salir bien de esos virajes previos. Esto condiciona la velocidad del coche en la recta principal, pero lo cierto es que ésta es una carrera en la que la puesta a punto del coche es de alta carga aerodinámica.
Suspensión: Cuando nos centramos en los reglajes de la suspensión hemos de intentar encontrar el mejor compromiso posible para lograr un coche bien equilibrado y que responda correctamente. En Barcelona se utilizaran unos reglajes bastante rígidos en la parte delantera para que el coche responda bien en los cambios de dirección, mientras que en la parte trasera serán ligeramente más blandos para contar con una buena tracción en la salida de las curvas lentas. La altura del coche también es un parámetro importante si tenemos en cuenta que en este circuito se puede rodar con el coche bastante bajo, lo que permite obtener un rendimiento aerodinámico óptimo.
Neumáticos: El Circuit de Catalunya es un trazado conocido por su dureza con los neumáticos, ya que incluye numerosas y largas curvas de alta velocidad. Eso implica que los neumáticos deben soportar altas cargas, y particularmente el neumático delantero izquierdo, que tiene que trabajar al máximo en todas las curvas rápidas. También se tendra que prestar especial atención a la degradación del neumático cuando se haga la elección e incluso modificar algunos reglajes para limitar ese desgaste de las gomas si fuera necesario.
Montmeló ofrece menos inconvenientes en la parte del motor, ya que este no es un trazado especialmente duro con los propulsores ni la potencia es un factor absolutamente determinante en el rendimiento global del conjunto. La larga recta de meta es el punto más crítico.
Rendimiento: Barcelona no está considerado como un circuito de motor, ya que el motor no es sometido a una especial presión en ningún punto del trazado. Relativamente son pocas las aceleraciones que hay que hacer desde revoluciones bajas, y la prioridad en Barcelona es que la potencia del motor se libere de una forma progresiva para mantener el mejor equilibrio posible del coche y limitar el desgaste de los neumáticos. El 69% de la vuelta se completa con el acelerador pisado a fondo.
Caja de cambios: Debido a la longitud de de la recta principal del circuito, la elección de las relaciones de marcha es complicada. De hecho, para la marcha más alta se ha de tener en cuenta la posibilidad de que pueda pasarse de vueltas el motor si el viento sopla con fuerza en la recta de meta, o si los pilotos ruedan tras la estela de un rival. Por otro lado, si el viento sopla de frente, eso también tiene un coste de rendimiento. Será uno de los trabajos más importantes en las sesiones libres de entrenamientos.

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