martes, septiembre 05, 2006

GP de Italia - Previo Tecnico -

Uno de los circuitos legendarios de la F1, Monza, acoge una de las carreras más importantes del año y que requiere una preparación especial, tanto en el chasis como en el motor. A continuación un pequeño repaso de las características del trazado italiano y de cómo se prepara un equipo para afrontar este fin de semana.

CHASIS

Aerodinámica: Monza es indudablemente el circuito más rápido del Campeonato. Para poder alcanzar una velocidades punta competitiva, se debe desarrollar un conjunto aerodinámico especial para esta carrera. Pero si bien normalmente se habla de aerodinámica, el factor crítico en este circuito es intentar reducir al máximo el rozamiento, que es lo que se busca con el diseño de alerones nuevos específicos para este trazado.

Suspensión: Monza es un circuito antiguo en el que las zonas de frenada previas a las curvas 4 (Roggia) y 11 (Parabolica) están bastante bacheadas, aunque los recientes trabajos de asfaltado podrían haber mejorado la situación. Teniendo en cuenta los bajos niveles de apoyo aerodinámico que se utilizan y los agresivos bordillos de las dos primeras chicanes, el agarre mecánico y la estabilidad serán dos de los puntos en los que se centrará el trabajo de puesta a punto. En general, la parte delantera del coche estará configurada de una forma más rígida que la trasera, para poder obtener así una buena respuesta en los cambios de dirección en la parte de delante y una buena tracción atrás. La altura del coche suele ser bastante baja, pero para evitar que el monoplaza pueda tocar el asfalto en las zonas más rápidas, se utilizan unas gomas sobre las que el coche se asienta cuando soporta las mayores presiones.

Frenos: Monza no es únicamente un circuito de potencia, ya que los coches están frenando durante un 15% de la vuelta. El sistema de frenos trabaja mucho en este trazado, especialmente en la entrada a la curva 1, donde los coches deben bajar unos 300 kph. Habrá que prestar una especial atención también a la refrigeración de los frenos para asegurarse de un rendimiento óptimo.

MOTOR

Rendimiento: Monza es el circuito de motor por excelencia. Teniendo en cuenta que durante el 79% de la vuelta el piloto va con el acelerador pisado a fondo, el trazado italiano representa sin lugar a dudas el mayor reto con el que se enfrentará un F1 a lo largo de toda la temporada. También hay algunas curvas lentas, pero la velocidad media del circuito alcanza los 260 kph, lo que implica que en Monza, más que en ningún otro trazado, los equipos necesitan contar con un motor versátil y potente.

Fiabilidad: Los coches precisan una buena estabilidad en frenada, pero también un buen equilibrio en las secciones lentas y rápidas de las chicanes donde el piloto acostumbra a subirse por los bordillos de la pista. Esto implica que hay un riesgo real de que el motor se pase de vueltas o de dañar la transmisión cuando las ruedas están en el aire. Los equipos estarán atentos al desgaste que puedan sufrir elementos secundarios como las bombas del aceite o el agua, que también pueden verse afectados por las tremendas exigencias del circuito de Monza.

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